Aprovechar y no abusar.

    Los tres documentales nos hablan de la arquitectura de una manera diferente, sin embargo, se encuentran en un punto: aprovechar y no abusar. El entorno determina las características del diseño. Cada arquitecto tiene su estilo, su visión, pero todos muestran cómo el diseño no es algo que se impone. Sino algo que responde al lugar, a la gente, al momento. Para mí, la arquitectura que realmente importa es la que entiende su contexto. Una se enfoca más en lo sensorial, otra en lo cultural, y otra en lo ecológico. Pero todas parten de esa misma idea de respeto y adaptación.

En el documental de Zumthor, el de los baños termales, me gustó mucho cómo todo está pensado para que sea una experiencia sensorial. Desde las piscinas hasta los módulos del spa, cada espacio se siente diferente. Jugar de esa manera con las sensaciones de las personas le da una ventaja al edificio. Porque no solo cumple una función, sino que conecta con quienes lo utilizan. Hay una frase que se me quedó: “La arquitectura comienza con una imagen, no con una idea abstracta”. Me gustó porque muestra cómo él diseña desde lo que siente, desde lo que se imagina, no solo desde lo técnico. También dice que “la arquitectura da libertad”. Esa me pareció de las mejores frases que escuché. Es la libertad de pensar, de crear, de sacar algo que uno tiene atorado en la mente. Y también dar libertad a otros. Al hacer espacios donde se sientan bien. Donde puedan ser.


El segundo documental, sobre el Centro Pompidou, me hizo pensar en cómo un edificio puede volverse parte de la vida de una ciudad. Ese edificio sirve como corazón de una comunidad: tiene una librería de tres pisos, un museo, y es el único lugar desde donde se puede ver París desde esa altura sin pagar. Algo que me llamó la atención fue la frase: “What is culture?... We never found the answer”. Pero es curioso, porque justo alrededor de ese edificio, en ese espacio abierto que dejaron, la gente se empieza a expresar cultural, artística y religiosamente. Ellos no querían crear un monumento, pero lo que lograron fue algo enorme, algo que conecta a mucha gente. También me gustó que respetaron tanto su diseño original. En vez de romper la idea de que no hubiera paredes cerradas, pusieron las salas con aislamiento de sonido en otro edificio. En el tercer documental aparecen tres arquitectos. Uno decía que diseñar para el mundo es como hacer una prótesis para una persona, que tiene que servir, adaptarse. Su biblioteca está tan bien pensada, se nota el cuidado en cada parte. Otro arquitecto se la pasa cuestionando todo, se hace millones de preguntas sobre el impacto de lo que diseña. Y el último va más por el lado de la ingeniería, todo genera su propia energía, todo está rodeado de naturaleza. Él apuesta por una arquitectura modular, que pueda estar en distintos climas.


Al final, todos estos proyectos tienen algo en común: no se desconectan del entorno. Ya sea desde lo sensorial, lo social o lo ambiental, todos parten de la idea de respetar y adaptarse al lugar. La arquitectura no debería ser solo diseño o forma, sino también intención, conciencia, respuesta. Como dije al principio, se trata de aprovechar y no abusar. Y eso, para mí, es lo que hace que un proyecto tenga sentido. Por eso, la arquitectura debe ser siempre una respuesta viva a su contexto.


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